Según la CIA, este bajo impacto se debe al escaso seguimiento en Italia de esta típica fiesta americana y por los efectos de la crisis económica, a pesar de que su venta aumenta de forma significativa entre finales de octubre y principios de noviembre.
La producción italiana de calabaza alcanzó unos 50 millones de libras por año. No obstante, en el último ejercicio se ha observado una tendencia descendente estimada en un 12 por ciento debido a las condiciones climáticas y al descenso de las inversiones.
La calabaza italiana supone una superficie de 2.000 hectáreas distribuidas principalmente entre las regiones de Lombardía (Mantova, Cremona, Brescia), Emilia-Romagna (Ferrara), Véneto (Venice) y Campania.