Un grupo de expertos de la finca experimental ‘La Nacla-Puntalón’ que Caja Rural tiene en Motril (Granada) investiga en estos momentos cómo reconvertir invernaderos en desuso o en malas condiciones para la siembra de hortalizas y cultivar en ellos mangos con el objetivo de lograr, de esta forma, un incremento aproximado del 10 por ciento en la producción en comparación con un árbol de esta especie plantado al aire libre.
El ingeniero técnico, Ignacio Escobar, ha explicado que la idea sería la de «reconvertir viejos invernaderos en desuso para plantar en ellos mangos, ya que no necesitan prácticamente modificaciones ni una fuerte inversión y gracias a este cambio los propietarios si que pueden obtener un buen rendimiento y beneficios. Existe una magnífica relación entre una alta producción pero con un coste sostenible».
La finca experimental cuenta con un invernadero en el que se sembraron mangos hace unos cinco años. Aunque por el momento no han alcanzado su máximo de producción, sí que ofrecen un rendimiento de 25.000 kilos por cada hectárea de media, lo que supone aproximadamente un 10 por ciento más que si esas plantas estuvieran en la calle y «además el fruto es mucho más uniforme».
Otra de las ventajas que ofrece el cultivo de mangos en invernadero sobre el de la calle es que los árboles empiezan a producir a los tres años de plantarlos, es decir, un año antes que en la calle, «lo que se traduce en beneficio para el agricultor porque puede sacarle rendimiento a su producción antes», ha comentado Escobar.
El invernadero también posibilita que el agricultor cuente con mangos durante cinco meses al año en vez de durante tres como en el caso de las plantas que existan al aire libre. Así, «con variedades tempranas la cosecha se puede adelantar un mes hasta agosto y con variedades tardías se puede alargar otro mes para llegar hasta la Navidad, cuando están más caros, lo que supondrá más beneficio para el agricultor». Ésta es la clave por la que Escobar recomienda a quienes estén interesados en dedicarse a este cultivo que «jueguen con variedades tempranas y tardías en un mismo terreno».