Un 11,4 % de los adultos españoles se declaran «veggies» (vegetarianos, veganos o flexitarianos) y cerca de 4,5 millones de personas, lo que supone un descenso de 600.000 consumidores respecto a los declarados en 2021, según un sondeo presentado por la consultora Lantern.
El estudio «La Revolución Verde», presentado en el Instituto de Comercio Exterior (ICEX España) resalta el «frenazo» en los dos últimos años en la tendencia vegetariana o «veggie», por el fin de la pandemia y la elección de los ciudadanos del «placer» y el disfrute o de opciones alimentarias que ven más fáciles.
La salida de la COVID-19 provocó que la penetración de este tipo de dieta entre los adultos españoles disminuyera del 13 % del total en 2021 al 11,4 % en 2023, según ha explicado el fundador y primer ejecutivo (CEO) de Lantern, Jaime Martín, durante la presentación del sondeo, realizado sobre una muestra de más de 1.100 personas.
El veganismo, una cuestión de salud
El informe engloba dentro de los «veggie» tanto a los vegetarianos, como a los flexitarianos, a los veganos e incluso a los «pescetarianos» -no comen carne pero sí pescado-.
Según la encuesta, 3,5 millones de consumidores se consideran flexitarianos, aquellos que siguen una dieta mayoritariamente vegetal pero ocasionalmente consumen carne o pescado; 670.000 vegetarianos; y alrededor de 276.000 consumidores veganos.
Martín también ha hablado de los «pescetarianos», categoría que integra a los consumidores que no toman carne pero sí pescado y que, según la encuesta, tendría 692.000 adeptos, un 1,8 % de la población adulta española.
Por grupos de población, los de la «Generación Z» -entre 18 y 24 años- son los que adoptan las dietas vegetales con más fuerza, por una mayor concienciación, ha añadido, representando un 16 % del total de los «veggies» (un 4,8 % de las dietas vegetarianas y un 1,9 % de las veganas).
También destaca la población de entre 55 y 64 años, en la que se encuentran un 13 % de veggies, principalmente flexitarianos, con tasas de veganos y vegetarianos inferiores.
Martín ha subrayado, sin embargo, que en los dos últimos años ha subido la población mayor de 65 años que se suma a la tendencia «veggie», por razones como la preocupación por la salud o incluso la inflación, que ha repercutido en el precio de los alimentos.
Sumando adeptos
Quitando el efecto de la pandemia, el movimiento «veggie» ha aumentado desde el cupo de los 9,9 % de los adultos españoles declarados entre 2019 al del 11,4 % de 2023.
El responsable de Lantern ha comparado también los datos españoles con la población de otros países y ha subrayado que Alemania es el país donde más está descendiendo el consumo de carne.
Así, tanto en Alemania, como en Austria y los Países Bajos, los «veggies» ya son un tercio de la sociedad, con 34 %, 32 % y 30 % de población adulta; España estaría entre los países europeos con menos adhesiones.
Al analizar los motivos, Martín ha mencionado que en España ha subido la preocupación por el bienestar animal y por la salud, dos de las razones que llevan a los ciudadanos a reducir su ingesta de productos cárnicos.
El estudio también analiza a la población omnívora y de forma más extrema a los que consumirían carne todos los días (el 12 % de los omnívoros).
Martín también ha mencionado la «competencia» que tienen las empresas dedicadas a las alternativas vegetales y ha destacado que cuando un omnívoro tiende a consumir menos proteína animal el producto que más le cuesta dejar es el huevo, con lo que se convertiría en el «primer competidor».