El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) publicó ayer un reglamento de ejecución por los que se establecen medidas en los sectores de las frutas y hortalizas para tratar de solventar problemas específicos causados por los fenómenos climáticos adversos durante la primavera de 2023.
Este reglamento flexibiliza algunas exigencias y requisitos de la normativa comunitaria para el cobro de las ayudas.
Estas flexibilidades fueron solicitadas por España a la Comisión Europea (CE) el pasado mes de abril, tras constatarse la imposibilidad para organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH) de cumplir con algunos de los requisitos exigidos debido a la situación de sequía.
En el caso de las OPFH, los reglamentos permiten que éstas puedan recurrir a producciones de terceros para atender sus compromisos de suministro en un volumen superior al de su producción propia.
Mantener la clientela
Esta posibilidad es muy importante porque evitará que las organizaciones puedan perder clientes por la caída de la producción de sus socios a causa de la sequía u otras adversidades climáticas.
Los reglamentos eliminan también las restricciones en el uso de los fondos para las medidas de prevención y gestión de crisis, e incrementan hasta el 60 % el nivel de financiación comunitario, que de manera ordinaria es del 50 %.
Así mismo, los textos introducen facilidades para modificar los programas operativos de las OPFH. Por ejemplo, ofrecen la posibilidad para hacer el cálculo del valor de la producción comercializada, que marca el umbral de las ayudas públicas, de considerar los últimos cinco años y eliminar el mejor y el peor de ellos, en lugar de que sean solo los tres últimos ejercicios.
De esta forma, la organización no se verá penalizada por la baja producción que condicionan las adversidades climáticas.