En un principio, la producción en las 13 hectáreas de la empresa belga productora de tomate Truyenberg BVBA tuvo lugar sobre sustrato de lana de roca. Pero cinco años después, el productor Ben Nuyens decidió cambiar a sustrato de coco.
Nuyens, que produce la variedad de tomate en racimo Merlice de De Ruiter, continúa produciendo sobre este material hasta el día de hoy puesto que le ha dado buenos resultados.
En 2007, Nuyens decidió hacer una prueba con sustrato de coco en una hectárea. «Una razón por la que nos gustó el coco fue su menor costo en comparación a la lana de roca».
La prueba piloto dejó en claro que no solamente los costos eran menores, sino más importante aún, la producción era mayor. Otra ventaja fue la disminución de la amenaza de la podredumbre gris. El coco contiene naturalmente cepas de Trichoderma, las cuales fortalecen las plantas y les brindan una mejor protección en contra de la podredumbre gris, explica Nuyens.
Después de la prueba piloto, Nuyens no tenía más dudas y decidió que produciría todos sus tomates sobre sustrato de coco en 2008.
Nuyens compra el coco de Dutch Plantin desde 2012 y está satisfecho con este proveedor ya que recibe un buen apoyo de parte de ellos. El nuevo sustrato también mejoró la calidad de los tomates. De acuerdo a Nuyens, esto se debe al menor contenido de sodio. Dutch Plantin produce el coco de una manera especial, que lo hace uniforme y reduce el contenido de sodio al mínimo. Esto es importante porque a los tomates no les gusta la sal.
Otra ventaja del nuevo sustrato es su fina estructura. Como resultado, los periodos entre riegos son más largos, lo cual es bueno para las raíces. Antes, había tan poco tiempo entre riegos que el sustrato se veía casi como hidrocultura, apostilla Nuyens.
