La campaña andaluza de recolección de patata nueva arranca estos días en las provincias de Sevilla -principal productora-, así como en Córdoba y Cádiz. Y lo hace con una superficie sembrada ligeramente inferior a la de 2022.
Sin embargo, y según ha afirmado Asociafruit en un comunicado, «la producción esperada será drásticamente inferior como consecuencia de factores climáticos».
De este modo, Asociafruit prevé una reducción de los volúmenes de entre el 25 % y el 30 %. «La actual situación de sequía y las restricciones de se aplican a los riegos van a afectar a la productividad de las explotaciones, reduciendo los kilos por hectárea y generando un segundo problema, una importante falta de calibre», explican.
Las elevadas temperaturas de estos últimos días tampoco están ayudando, ya que se suman a los efectos derivados de la escasez de agua.
Mención aparte merecen los daños originados por las heladas sufridas el pasado invierno, que obligaron, en algunos casos a replantar. Esta siembra retrasada, con los factores anteriormente expuestos, «tendrá una menor productividad», insisten desde Asociafruit.
Caída de los rendimientos
Las zonas tempranas patata en Cartagena y Andalucía Occidental contarán este año con una superficie sembrada superior a las 10.500 hectáreas. Sin embargo, frente a productividades normales de 45.000 kg/ha, en esta campaña «habrá muchas fincas que no lleguen a los 20.000 kg».
Según datos estimados por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, la superficie sembrada en Andalucía de patata temprana es de 4.930 hectáreas, prácticamente la misma que en 2022, y de 1887 ha de patata de media estación. En esta última se produce una reducción respecto al año pasado, cuando la superficie fue de 2235 ha.
Asociafruit aglutina al 75 % de las empresas productoras y comercializadoras de patata en Andalucía, representando más del 90 % de los envíos de patata desde la Comunidad andaluza a países de la UE y extra UE.