Nacional

La DOP Cereza del Jerte mira a Dinamarca y Suecia como nuevos mercados

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Cereza del Jerte desarrollará este año una campaña promocional en Dinamarca y Suecia con el objetivo de implantarse en estos mercados, según ha afirmado el presidente del Consejo Regulador, José Fernández.

Fernández ha explicado que se trata de dos países donde se consume cereza, pero en los que los productores extremeños aún no están implantados.

Ha detallado que el producto se comercializa a través de terceros, por lo que con esta campaña se persigue que «los cooperativistas y los almacenistas lleguen directamente hasta allí».

En la actualidad, en torno al 50 por ciento de la cereza del Jerte se exporta, según ha indicado, porcentaje que en el caso de la variedad picota llega al 60 por ciento.

El principal mercado en la actualidad es Reino Unido, donde la Denominación continuará con las acciones promocionales que se desarrollan de forma conjunta con la Junta de Extremadura y el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) desde el 2000, aunque este año con menos intensidad porque «ya estamos totalmente implantados».

Fernández ha apuntado que el consumo en el mercado internacional está «menos resentido» que el interno por la actual crisis, por lo que «si no pudiésemos exportar tendríamos graves problemas para sacar la producción».

En cuanto a la campaña de este año, ha explicado que las lluvias de los últimos meses han retrasado la floración y que la comercialización arrancará unos 20 días más tarde de lo habitual que otros años, cuando la maduración para la cereza solía alcanzarse a finales de abril y para la picota, a finales de mayo.

La principal repercusión de este retraso será que el producto del Jerte llegará al mercado cuando ya lo haya hecho el de otras zonas competidoras, lo que podría reducir el precio.

«Cuando entras el primero siempre te posicionas mejor», ha subrayado, a pesar de que las empresas de la zona están «bien estructuradas» y cuentan «con clientes fieles».

Otro efecto de las lluvias podía ser una disminución del volumen de cosecha con respecto a otros años, ha añadido, aunque todavía es muy pronto para tener una previsión.

A su juicio, lo que no se tiene por qué ver afectada es la calidad del producto, ya que el agua es beneficiosa.

El Consejo Regulador certifica anualmente entre seis y nueve millones de kilos de picota, según ha recordado, mientras que la producción total de cereza en el Valle del Jerte ronda los 30 millones de kilos.

La superficie amparada por la DOP se aproxima actualmente a las 2.000 hectáreas y se ha mantenido estable en los últimos años, con unos 190.000 árboles, en explotaciones que ocupan «mucho terreno, no son intensivas», ha señalado.

En su opinión, a pesar de su precio «bastante bueno», el principal obstáculo para el crecimiento del cultivo de picota es que esta variedad entra en producción más tarde y su rendimiento oscila mucho entre un año y otro, por lo que los agricultores tienden a otras variedades con cosechas más estables.