La organización ha apuntado en un comunicado que las lluvias han sido especialmente valiosas para los cítricos y hortalizas.
El único dato negativo es el episodio de granizo del pasado 28 de febrero en la comarca de la Marina Baixa, donde perjudicó a aproximadamente la mitad del níspero que no se hallaba protegido bajo malla.
Según estos cálculos, alrededor de 4.100 toneladas han podido sufrir daños, lo que arrojaría unas pérdidas de 3,4 millones de euros.
Por el contrario, en las parcelas donde no ha perjudicado el pedrisco se obtendrán frutos de una gran calidad gracias a que las últimas lluvias permitirán que aumenten los calibres y mejoren los colores y sabores.
Estas lluvias beneficiosas se producen en la fase final de un invierno donde sí ha habido otros temporales que han causado diversos daños, lo que para ASAJA evidencia la conveniencia de que los agricultores cuenten con un seguro agrario.





















