Los operadores de Perpignan fueron los primeros en notar que el descenso de temperaturas en Agadir (Marruecos) era una realidad, porque los envios se redujeron sobre el 15 por ciento en este cultivo.
Este descenso de temperatura no fue extremo pero si ofreció mínimas entre 3-4 grados, temperaturas en la que el ritmo de producción de tomate se paraliza y no desarrolla ritmo vegetativo.
Además de estas inclemencias meteorológicas, los vientos de finales de la semana pasada y de la presente semana han obligado a suspender algunos trayectos entre Tánger y Algeciras, lo que ha provocado retrasos en las entregas.
No obstante, los operadores del Mercado de Saint Charles no estuvieron preocupados, ya que la demanda en Francia se paralizó por las nieves en el Centro y Norte de Francia, pero sí han mostrado preocupación por las consecuencias del frío, ya que las plantas se encuentran ahora en el segundo tercio de campaña y les afecta mucho los cambios climatológicos.
