La normativa comunitaria, que simplifica varios esquemas de calidad y crea un marco más robusto para proteger y promover los productos agrícolas de calidad europeos, garantizará a los consumidores información sobre las características de los productos, protegerá los nombres de los productos de calidad frente a usos fraudulentos del mismo y de falsificaciones y contribuirá a garantizar la diversidad de la producción agrícola.
El nuevo marco reglamentario permitirá, como
novedades principales, procedimientos para registrar las denominaciones de origen y de las indicaciones geográficas protegidas (DOP e IGP) de forma más rápida, simplificará y reforzará el esquema de las especialidades tradicionales garantizadas e introduce el término de calidad opcional ‘producto de montaña’.
«Los agricultores, que están bajo la presión de la crisis económica, la concentración del poder de negociación minorista, y la competencia global, necesitan las herramientas para mejorar la comunicación sobre la calidad de sus productos a los consumidores», ha explicado el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, en un comunicado.
El comisario ha justificado la nueva normativa acordada por los Veintisiete en base a la propuesta de reglamento que presentó la Comisión en 2010 tras recordar que «la fortaleza de la producción agrícola europea reside en su diversidad, en los conocimientos técnicos de los agricultores, y en la tierra y los territorios de la producción».