Los fríos de la noche están haciendo estragos en el caudal de oferta de la mayoría de los productos, pero sobre todo en el calabacín. Este cultivo ha visto como en la semana pasada se reducían los caudales de oferta en un 40 por ciento, con respecto a la misma semana de la campaña pasada.
A los mercados europeos esta situación les ha pillado fuera de juego y se está produciendo desabastecimientos y muchas dificultades para cumplir con los programas cerrados.
Por este motivo, la cotización alcanzaba ayer los 1,75 euros y llegó incluso a superar los dos euros durante la semana anterior.
Este escenario de descenso de la oferta responde «a una serie de circunstancias anómalas climatológicamente. Primero fueron las lluvias de la primera semana de noviembre de manera abundante y continuada y ahora estos frios nocturnos, lo que está provocando que la planta esté muy estresada», señala Rogelio Villanueva, director de Lomanoryas.
Esta situación ya se había contemplado semanas atras, aunque no de manera tan drástica, ya que los productores almerienses habían reducido de manera considerable los trasplantes que se realizan a finales de septiembre y primeros de octubre, por lo que el caudal de oferta ya iba a ser menor.
La situación de bajas temperaturas se va a mantener y los exportadores almerienses creen que será a partir de febrero cuando la situación se normalice.






















