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Chile ve como la Psa se come los huertos de kiwi

Alerta entre los productores chilenos de kiwi.

Las últimas prospecciones del SAG determinaron que a la fecha se ha detectado la presencia de bacteriosis del kiwi en 37 huertos de Chile, de los cuales 32 se encuentran en la Región del Maule y los cinco restantes, en la Provincia de Ñuble, específicamente, en Bulnes, San Carlos y Ñiquén.

Algunos políticos de la Región de Maule han solicitado medidas de control de las entradas de productos agrícolas provenientes de Nueva Zelanda para evitar futuras propagaciones, informa el Diario La Nación.

Si bien la superficie no es significativa aún, las autoridades advirtieron sobre la agresividad y gran capacidad de diseminación de la bacteria PSA (Pseudomonas syringae pv actinidiae), que puede causar graves daños a las plantas, con el consiguiente daño económico a los productores. De hecho, en Nueva Zelanda, en su primer año generó pérdidas por US$400 millones, según explicó Carlos Cruzat, gerente general del Comité del Kiwi, entidad gremial que agrupa al 80% de los productores del país.

Y dado que no existe un bactericida que permita controlar esta plaga, ya que es muy nueva y se detectó en Chile por primera vez en 2010, la única herramienta con que cuentan los productores es la prevención, agregó el director regional del SAG, Leonidas Valdivieso.

En ese contexto se realizó el miércoles pasado un taller de actualización de PSA en el Centro Español, en Chillán, al que asistieron productores, exportadores y funcionarios del SAG, donde se difundieron medidas básicas de prevención para aquellos huertos donde aún no se detecta la bacteria, así como también el plan de manejo para huertos positivos.

“El mayor factor de diseminación es la transhumancia, por lo que las medidas de bioseguridad están enfocadas a evitar el transporte accidental de la bacteria en la ropa y herramientas de trabajadores de los huertos, así como de los asesores, por ello es importante que los productores y los que trabajan en los huertos conozcan estas medidas y las apliquen de manera estricta”, planteó el director del SAG.

Por su parte, Cruzat aseveró que es muy difícil estimar los daños económicos que la bacteriosis podría producir en los huertos, ya que depende de cada planta, de su edad o del tipo -el cotizado kiwi amarillo es más vulnerable que el verde-, sin embargo, manifestó que entre la pérdida por la menor producción y los mayores costos por las medidas de control y prevención, en algunos casos eso puede hacer inviable un huerto.