La Comisión Europea y el Gobierno creen que la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) de frutas y hortalizas tendrá consecuencias positivas para España, mientras que la Confederación de Cooperativas Agrarias (CCAE) asegura que la nueva regulación beneficiará a los productos frescos, pero perjudicará a la industria.
Representantes de las tres instancias participaron hoy en Valencia en las Jornadas Técnicas de Frutas y Hortalizas, organizadas por la CCAE, en las que entre hoy y mañana miembros de distintas cooperativas debatirán la reforma de la OCM, presentada en enero pasado por la Comisión Europea.
Esta reforma aboga por mantener las ayudas a los programas operativos que desarrollan las organizaciones productoras, como las ayudas a la integración y a la gestión de crisis, y por remodelar los sistemas de ayuda a la transformación, de forma que las subvenciones vinculadas al producto entregado a industria se sustituirán por pagos únicos «desacoplados».
El presidente del Consejo Sectorial de Frutas y Hortalizas de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), Cirilo Arnandis, destacó hoy que la nueva OCM «va a mejorar» la situación del sector de las frutas y hortalizas frescas, mientras que la industria recogerá los resultados de una «negociación mal hecha».
En este sentido, denunció que la delegación española ha aceptado una partida de 93 millones de euros, mientras que Italia, que produce menos de la mitad de cítricos que España, recibirá 123 millones.
Así, un agricultor italiano obtendrá una ayuda por hectárea que, según el sistema de reparto que se aplique, será dos o tres veces superior a la subvención que reciba un español, mientras que España habría salido beneficiada si se hubiera cogido como referencia o la superficie o el máximo de industrialización.
Por su parte, el director general de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, Tomás García Azcárate, destacó que la reforma de la OCM, que ha contado con el acuerdo «unánime» de los 27 Estados miembros, es «buena» porque considera al agricultor como un empresario que toma sus decisiones con libertad y responsabilidad.
Asimismo, señaló que es una reforma «innovadora» porque implanta nuevos mecanismos de gestión de crisis para hacer frente a los altibajos del mercado que los agricultores cofinanciarán al 50% para que se impliquen así en la solución de los problemas y que éstos no recaigan sólo en la Administración.
También el director general de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Francisco Mombiela, destacó hoy que al Gobierno le «gusta» la redacción final de esta OCM, en la que España ha «influido notablemente», porque «facilita los mecanismos para que el sector gane competitividad».
Explicó que el documento final, que difiere «bastante» del primer que se presentó, apuesta por que las organizaciones de productores sean capaces de regular los mercados, al tiempo que mantiene el actual paquete de regulaciones de los mercados internacionales, que incluyen la fijación de precios de entrada y declaraciones de salvaguardia.
Asimismo, el representante del Ministerio señaló que la nueva OCM mantiene todos los mecanismos que han funcionado en la anterior regulación, como las medidas de protección frente a las importaciones, y flexibiliza otros, como la posibilidad de retirar producción para afrontar las crisis y frenar la caída de precios.