En un comunicado, Fepex señala que el valor global de las importaciones ha caído por debajo de dicho precio de entrada, lo que provoca «graves daños al sector español».
Según explica la entidad, cuando las importaciones están por debajo del precio de entrada fijado en el protocolo, de 46,1 euros por cien kilogramos, el importador debería pagar un derecho de aduana de 29,8 euros cada 100 kilos para evitar que se hunda el mercado comunitario.
Desde el 1 de noviembre, añade, el valor de importación se encuentra por debajo de 42,4 euros los 100 kilogramos e incluso ha alcanzado un «mínimo histórico» de 36 euros los cien kilos, pese a lo cual «el fuerte volumen de importación de los últimos días pone en evidencia que no se está pagando el derecho de aduana específico ni se prevé pagar en el futuro».
Según Fepex, a ese nivel de precios pagando el derecho correspondiente, la importación «sería inviable económicamente».
Ante esta situación, Fepex insta a la Comisión Europea a que exija a las autoridades aduaneras «un control eficaz», para que los importadores abonen los derechos correspondientes.
Además, recuerda que el 1 de septiembre ha entrado en vigor la modificación del régimen de precios de entrada para permitir un control aduanero eficaz.
Fepex alerta de que las importaciones marroquíes están «amenazando la viabilidad de este cultivo» en España, por lo que el sector considera prioritario «recuperar la normalidad del mercado comunitario».
La Federación recuerda que la producción de tomate es la principal actividad económica en comarcas donde la tasa de paro supera el 35 % y que el nuevo acuerdo entre Bruselas y Rabat generó el rechazo «de la generalidad del sector», ya que implica «la práctica liberalización» de las exportaciones hortofrutícolas marroquíes.
Añade que Marruecos compite con las «ventajas generadas por unos costes salariales de 60 céntimos por hora».





















