El resto de los ríos del país, según los análisis, se encuentran moderadamente contaminados y
el Haihe, que atraviesa Pekín y Tianjín hasta su desembocadura en el mar Amarillo, tiene unos niveles muy altos de
contaminación.
Para resolver el problema de la mala calidad de las aguas, el Ministerio informó que reforzará las medidas dirigidas a
proteger los recursos hídricos. Por ello, no se autorizará la construcción de edificios en zonas donde haya recursos
hídricos, a menos que los responsables de la obra protejan ciertos lugares y permitan la supervisión del Ministerio o
que hayan superado pruebas sobre la calidad del agua.
El Gobierno chino anunció, recientemente, unas pautas para combatir la contaminación del agua, con vistas a
conseguir que el 60% de los grandes ríos y lagos del país queden limpios para que puedan ser fuente de agua
potable, a fines de 2015.





















