Estas dos últimas partidas han multiplicado por cinco su precio en los últimos 20 años, mientras que los precios de los productos agrarios en algunos casos han subido levemente, siempre en mucha menor medida que los costes, y en la mayoría de los casos, se mantienen en los mismos niveles de hace 20 años o incluso se han reducido, tal como ocurre con la pipa de girasol, que en 1991 se vendía a 0,51 euros/Kg y 20 años después su precio en origen está en 0,38 euros/Kg, o el trigo, cuyo precio actual es de 0,22 euros/Kg, sólo tres céntimos de euro más que en 1991, cuando si le aplicamos el incremento del IPC su precio debería haberse duplicado. Esta doble presión está descapitalizando a los agricultores y ganaderos y ha provocado que en los últimos 10 años se hayan abandonado más de 25.000 explotaciones sólo en Andalucía. El problema de los precios en origen no es nuevo, y desde ASAJA-Sevilla hemos demandado al Ministerio de Agricultura, tanto en la legislatura anterior como en la presente, una Ley que impida el abuso de posición dominante de intermediarios y grandes superficies y que tenga en cuenta los costes reales de producción, Ley que en estos momentos está en fase de borrador.
Nacional Jun 2012
Asaja alerta que los costes de los fertilizantes y la energía asfixian a los agricultores
La agricultura andaluza vive una situación sin precedentes, a la incertidumbre que está generando la incógnita sobre el futuro de los pagos directos de la PAC, en este momento pendientes de su reforma en Bruselas, y de los que depende de media el 40% de la renta de los productores, se une la doble presión que, a modo de pinza ejercen sobre los productores los bajos precios de venta de sus cosechas y el continuo incremento de los costes de producción, en especial los fertilizantes y la energía eléctrica.
















