La tormenta que el pasado 14 de agosto cayó en forma de granizo en algunos municipios de la comarca del Segrià (Lleida) afectó gravemente a 512 hectáreas de fruta dulce, con daños irrecuperables por estar en plena cosecha o a punto de recolectar, según la primera estimación que han realizado técnicos del Departamento de Agricultura de Cataluña.
Los cultivos dañados, con un porcentaje de entre un 60 y un 80 por ciento, son las variedades de nectarina, la pera ‘conference’ y el resto de peras tardías, además de la totalidad de la producción de manzana, según ha informado la Generalitat mediante un comunicado.
El granizo, que afectó concretamente a los municipios leridanos de Torrefarrera, Rosselló y Alpicat, era de entre 1 y 1,5 centímetros de diámetro.