La eliminación de esas exigencias entrará en vigor en julio de 2009, momento en que los países podrán permitir la venta de frutas u hortalizas defectuosas.
Se mantienen los requisitos actuales para un grupo limitado de diez productos, que representan el 75% del valor del comercio hortofrutícola y entre los cuales están los cítricos o los tomates. En este caso los países podrán permitir la venta al público de las frutas o verduras que no cumplan las reglas pero deberán ser colocadas en estanterías aparte y etiquetadas de una forma diferente a los productos vendidos como «extra», «clase I» y «clase II», que sí reúnen los requisitos. El sector español ha alegado que la supresión de normas puede ser muy negativa para los productores y los consumidores. Los 26 productos para los que se eliminan las exigencias son: alcachofas, albaricoques, espárragos, calabacines, aguacates, coles de Bruselas, coliflores, cerezas, berenjenas, ajos, melones, sandías o cebollas, pepinos, zanahorias, puerros, ciruelas o espinacas, entre otros. Los diez alimentos para los que se mantendrán, aunque de una manera más flexible son: las manzanas, kiwis, cítricos, lechugas, melocotones, tomates, peras, fresas, uvas de mesa y pimiento dulce.