En declaraciones a los periodistas, Ribó ha considerado que hasta que se ejecute el jardín podría haber huertos urbanos de manera provisional, como ocurre por ejemplo en Benimaclet, ya que no se trata de algo «contradictorio» con el proyecto, sino de una «cuestión de tiempo».
Ha insistido en que el solar tiene que acabar siendo un jardín, una prolongación del Botánico, pero si mientras tanto hay una asociación que quiere trabajar en unos huertos urbanos y la Universidad lo considera «conveniente», es una opción para que el solar no pase «muchos años durmiendo el sueño de los justos».
Ribó ha indicado además que el Ayuntamiento está dispuesto a colaborar para buscar fondos europeos para la ampliación del Jardín Botánico, y ha destacado que la función del consistorio ha sido «ceder un solar que mucha guerra ha dado y mucha historia tiene».
