Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm), Grama y la Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid han enviado al departamento dirigido por Inés Sabanés un informe en el que se propone al Ayuntamiento la utilización de infraestructuras existentes en los huertos urbanos para implantar el compostaje comunitario en los barrios de la capital.
En declaraciones a Efe durante la presentación de Biocultura, Sabanés confirmó que el Ayuntamiento pondrá en marcha en 2017 la recogida de residuos orgánicos de forma experimental en nueve distritos, aunque antes prevé un ordenamiento de los puntos de recogida de basuras y posteriormente una campaña de concienciación de la ciudadanía.
De esta forma, en 2017, Madrid podría contar con 45 espacios donde los ciudadanos podrían depositar sus residuos orgánicos para ser transformados en abono orgánico. Este abono orgánico o compost sería empleado en los huertos.
Los residuos procederían, por un lado, de los propios restos vegetales generados en los huertos; y por otro, de los restos que depositara directamente el vecindario, procedente de los restos orgánicos de cocina.
Según cálculos de las organizaciones ecologistas, en una primera fase se podría contar con la participación de unas 4.500 personas, y aunque no cuentan con una estimación de los costes que supondría poner en marcha el sistema, creen que únicamente el Ayuntamiento debería aportar personal para la supervisión y dinamización en los barrios, además de composteras modulables y herramientas.
La organizaciones ecologistas defienden que el compostaje comunitario supone una forma de tratamiento de los residuos orgánicos urbanos que debe tenerse en cuenta por el Ayuntamiento de Madrid para lograr los objetivos de reducción y reciclaje impuestos por la normativa europea.
